Margarita cambió de rumbo cuando el coronavirus apareció en nuestras vidas. Empezó cosiendo en su casa mascarillas de tela para poder aportar su granito de arena a una causa muy importante para ella: la fibrosis quística. Una parte de sus beneficios van destinados a una asociación especializada en esta enfermedad que hace unos años se llevó a su hijo Sergi.
Por eso este proyecto es tan importante para ella. Y para mi.
Contó conmigo desde los inicios y actualmente no solo hace mascarillas personalizadas sinó que cuenta con casi 100 telas distintas para poder personalizar coleteros, bolsas o baberos.